jueves, 6 de octubre de 2011

A veces tan solo hace falta creer

Decidí confiar en que las cosas saldrían bien. En su momento me dio miedo, pero en retrospectiva creo que fue una de las mejores decisiones que he tomado. Y muchas cosas con las que me he topado al seguir mi curiosidad e intuición resultaron no tener precio más adelante. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán en algún punto del camino te dará la confianza de confiar en tu corazón. Esta forma de pensar nunca me ha dejado tirada y ha marcado la diferencia en mi vida. Lo que había sido el centro de toda mi vida, se había ido, y fue.. devastador. Realmente, no supe que hacer durante meses. Había sido rechazada, pero aún estaba enamorada. Así que decidí comenzar de nuevo. No lo vi así entonces, pero resultó ser lo que mejor me había pasado. Creo que fue una medicina horrible, pero supongo que el paciente lo necesitaba. A veces la vida te da en la cabeza con un ladrillo. No perdáis la ilusión. Estoy convencida de que aquello que me mantuvo en marcha fue todo aquello que amaba. Tenéis que encontrar qué es lo que amáis. Si aún no lo habéis encontrado seguid buscando. No os conforméis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario