viernes, 30 de diciembre de 2011

Tan solo veinticuatro horas


No sabemos qué será lo que pasará mañana, ni dentro de un año, ni dentro de dos minutos. Ni si lloverá, tronará o saldrá el sol. Todos tenemos dudas, la incertidumbre nos hunde. Todos queremos preguntar pero pocos quieren saber la respuesta. Desconocemos nuestro destino, y vivimos pensando en el mañana, desaprovechando el hoy. Pero, ¿y si llega el día en el que no hay mañana? ¿En el que todo lo que tenemos son tan solo veinticuatro horas?En ese momento es en el que piensas "Ojalá hubiera…" y tan solo te autocompadeces de ti mismo. Hasta que llega ese día, realmente no somos conscientes de que el tiempo se desvanece de nuestras manos tan rápido como los granos de arena de una playa. Y, ¿es eso lo que queremos? ¿Un "Ojalá…"? No. Tenemos que vivir cada día como si sólo nos quedaran veinticuatro horas, como si no hubiera un mañana. Saltar de un acantilado. Irte a la otra punta del mundo si la persona que amas está allí esperándote. Correr una maratón. Hacerte mil fotos y que en ninguna salgas bien. Llorar cuando haga falta, pero que reír sea habitual. Luchar. Ser fuertes. Ilusionarse. Atreverte a decirle a la persona que amas que la quieres. Abrazarte a quien te tengas que abrazar y a quien no, no le abrazas y punto. Salir a escondidas sin que se enteren tus padres y que allí te espere un chico. Coger la moto y recorrer mundo. Cantar a todo volumen por la calle y aunque la gente se te quede mirando que no te importe. Teñirte el pelo o raparte. Aprender a tocar la guitarra. Pasarte una noche entera despierto porque tu realidad es mejor que un sueño. Ir a un concierto y pasarte toda la noche bailando aunque solo te sepas un par de canciones. Quererse a uno mismo. Tener esperanzas. Echar de menos a quien esté lejos. Saber cuando se ha cometido un error y tener el valor de enmendarlo. Si no te llaman, hazlo tú. Si tienes un problema, soluciónalo. ¿Tienes miedo? Enfréntate a ello. ¿Eres orgulloso? Déjalo, no te servirá de nada. ¿Quieres decirle a alguien que le quieres? Atrévete, y si no sale bien, al menos lo intentaste. Mira la vida desde otras perspectivas, no tan solo desde tu punto de vista. Vivir detrás de un foco de cámara sin ver nada más no te ayudará, tan solo se pondrá en tu contra. Vive cada día como si esas fueran tus últimas veinticuatro horas. 

martes, 27 de diciembre de 2011

"No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos".

Lo que es la vida

"El mundo no es todo alegría y color... Es un lugar terrible, y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente si no se lo impides. Ni tú, ni yo, ni nadie golpea más fuerte que la vida. Pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar. ¡Así es cómo se gana! Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces. Pero tendrás que aguantar los golpes".

martes, 20 de diciembre de 2011

Dejarlo ir

No tiene sentido dejar ir algo cuando lo quisiste tanto y por mucho tiempo, pero tiene menos sentido aferrarse a algo cuando no existe, cuando no hay nada ahí.

lunes, 12 de diciembre de 2011

A medida

"Te garantizo que habrá épocas difíciles y te garantizo que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo, pero también te garantizo, que si no te pido que seas mío me arrepentiré durante el resto de mi vida porque sé en lo más profundo de mi ser que estás hecho para mí".

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cuestión de tiempo

Cuando eres pequeño nadie te toma enserio, el mundo de los mayores te queda grande y además no te enteras de nada. Estás en un mundo de éxtasis en el que todo es felicidad y si lloras es porque no te han comprado aquel peluche que te gustaba o si no queda de tu helado favorito. Pero cuando creces, es diferente, parece que todo ese tiempo has llevado unos tapones en los oídos que no te permitían escuchar ni saber con certeza que ocurría a tu alrededor. Y de repente, la vida que habías creído llevar durante tantos años desaparece. Se te escapa entre los dedos, como un puñado de arena de la playa. Lo peor es que no puedes hacer nada, que esa partida es ahora una batalla perdida, sin solución. Los adultos ya piensan que ahora ya puedes opinar y puedes escuchar y soportar aunque lo que haces es llorar y preocuparte. supongo que eso es crecer, madurar, afrontar las dificultades que la vida te presenta. 
Pero la verdad es que nunca había deseado tanto ser de nuevo esa niña tonta que no se enteraba de nada. Que todo fuera más fácil y que cuando preguntara qué era lo que sucedía me contestaran: 'Nada cariño, cosas de mayores'. 

sábado, 3 de diciembre de 2011

El país de Nunca Jamás

No sé como tengo tanta facilidad para cuando me encuentro en lo más alto, siempre hay algo me empuja al acantilado. Me asomo y solo encuentro vacío, un vacío que me entra por los pulmones y me impide respirar. Y todo a lo que temo está allí abajo esperándome. Diciéndome que salte, animándome a hacerlo. Pero aún así todo aquello que quiero me estrecha contra sí y es lo único que me mantiene firme diciéndome que todo saldrá bien, que no hay que tener miedo, que hay que ser valiente. Entonces es cuando me decido a saltar, y cuando lo hago, me hundo en toda esa tristeza y soledad, cojo mi espada y mi escudo y no hay quien pueda conmigo, lucho hasta agotar mis fuerzas, empleo todo mi sudor y mis ganas por poder ver tan solo un poco de luz al final. Y no me rindo. Nunca. Resisto y no hay quien me detenga. 
Pero esta vez, cogí mi paracaídas, decidí no rozar el suelo sino saltarlo. Pensé que ya era suficiente, que ya me había cansado de todo aquel dolor y que si esta vez tenían ganas de pelear serían ellos los que tendrían que encontrarme porque no era yo quien saldría a buscarlos. Sino que esta vez, era tiempo de buscar felicidad, ilusión y esperanza, aprovechar cada instante, sonreír a cada momento, tiempo de amar, de vivir, de disfrutar. De no pensar, de arriesgarse, de coger un cohete al país de Nunca Jamás y no volver, dejar de crecer. Porque aunque no lo parezca, cuanto más mayor eres, más se complica todo.