martes, 24 de marzo de 2015

Te odio a gritos.
Te quiero a susurros.
Te amo a gemidos.
Te olvido a silencios.
Te necesito a menudo.
Te pienso a cada instante.

The trouble is that we think we have time.

Michael durante unos segundos antes de que su avión se estrellase tuvo un momento de clarividencia. Se dio cuenta, de cómo la vida te puede cambiar en un instante. Quiso haberle dicho a toda la gente a la que quería lo que sentía por ellos, y quiso haber hecho todo aquello que un día se prometió hacer, pero no hizo pensando que había tiempo.

Hay veces, en las que no somos conscientes de lo efímera que es la vida. De lo importante que es vivir cada segundo como si fuera el último. Qué utópico y tópico suena a la vez. Pero lo cierto es que aún no he conocido a nadie capaz de vivir intensamente. De coger las riendas de su vida y acabar con el silencio con el que convivimos día tras día, pensando que estamos solos. 
Pero tan sólo quiero decirte, que ames a quien te ama, que perdones, que des gracias, que respetes. Que aprendas a disfrutar de las pequeñas cosas. Me gustaría decir que algún día, yo también seré capaz de hacerlo. Así que dejo aquí este pensamiento, dejando constancia en el mundo de que nunca es demasiado tarde para entender nuestra vida. Porque somos nosotros los dueños de nuestras decisiones. Y espero que el día en el que me encuentre en la piel de alguien como Michael, pueda decir que viví tan bien mi vida que la muerte tembló al recibirme. 

RIP AIRBUS A320

Anticipación

Dicen que el problema de este mundo es que no vivimos el presente, que siempre nos anticipamos a todo. Eso nos sucedió a él y a mí. La noche en que le conocí no le dio tiempo a Cupido a disparar porque ya me había enamorado nada más verlo. Pocos días después nos besamos por primera vez y a la mañana siguiente, mientras él desayunaba en casa, yo ya estaba mandándole un mensaje diciéndole cómo le echaba de menos, anticipándome de nuevo a la realidad. Durante el año y medio que compartimos constantemente pensamos cuál sería el siguiente paso, de nuevo arañando en el futuro y, casi al final, una vez que él me pidió "algo de tiempo", no resistí y le llamé llorando como una niña antes de que él lo hiciera. Esa llamada infantil también anticipó su decisión de dejarme porque no respeté su "algo de tiempo". Antes sufría pensando que él pronto volaría sobre otra piel y él también se anticipó pensando que no sería capaz de olvidarle. Pero se equivocaba. Me anticipé y ya estoy bien.

-Marwan