sábado, 31 de marzo de 2012


Te corta llegando a lo más profundo de tu ser

Amor: una sola palabra, una cosa pequeña, una palabra no mayor ni más larga que el filo de una navaja. Eso es lo que es: una cuchilla. Corta tu vida por el centro, separándolo todo en dos, haciendo que caiga a uno u otro lado. Antes y después.
Antes y después. Pero también durante: un instante no mayor ni más largo que el filo de una navaja.


Te amo, recuerda, eso no pueden quitártelo

Amor, la más mortal de las cosas mortales. Te mata tanto cuando la tienes como cuando no la tienes.
Pero no es así exactamente.
Eres el que condena y el condenado. El verdugo, la cuchilla, el indulto de última hora, la respiración jadeante y el cielo tormentoso y el "gracias, gracias, gracias, Dios".
Amor: te mata y te salva a la vez.



miércoles, 28 de marzo de 2012

Elizabeth Barret Browning


Si has de amarme que sea solamente
por amor de mi amor. No digas nunca
que es por mi aspecto, mi sonrisa, el modo
de hablar o por un rasgo de carácter

que concuerda contigo o que aquel día
hizo que nos sintiéramos felices…
Porque, amor mío, todas estas cosas
pueden cambiar, y hasta el amor se muere.

No me quieras tampoco por las lágrimas
que compasivo enjugas en mi rostro…
¡Porque puedo olvidarme de llorar

gracias a ti, y así perder tu amor!
Por amor de mi amor quiero que me ames,
para que dure amor eternamente.


martes, 27 de marzo de 2012

John Lennon

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida se merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

lunes, 26 de marzo de 2012

Una cosa es vivir con miedo y otra, es tener miedo de vivir

Te voy a contar un secreto, este por tu propio bien. Puedes pensar que el pasado tiene algo que decirte. Puedes pensar que deberías escuchar, esforzarte por distinguir susurros, que deberías hacer lo imposible, inclinarte para escuchar la voz que murmura desde el suelo, desde los lugares muertos. Puede que pienses que ahí vas a encontrar algo, algo que comprender o a lo que encontrar un sentido. Pero yo sé la verdad. La conozco de las noches de frialdad. Sé que el pasado va a tirar de ti hacia abajo y hacia atrás, que  te va a engañar con el susurro del viento y los gemidos de los árboles, que te va a impulsar a descifrar lo que no entiendes, a recomponer lo que estaba roto. No hay esperanza. El pasado, no es más que un lastre. Se instala en tu interior como una piedra. Hazme caso, si oyes que el pasado te habla, si sientes que tira de tu espalda y que te pasa los dedos por la columna, lo mejor que puedes hacer, lo único, es correr.

 

lunes, 19 de marzo de 2012

Efímero

Estoy cansada de escuchar frases como “El amor duele”. Todo el mundo lo ha dicho alguna vez, es mas seguramente yo misma lo he hecho. Pero eso no es así, el amor no duele, en realidad el amor es lo único que hace que la vida tenga sentido, hace que todo merezca la pena. Pero hay cosas que si que duelen, duele que no te quieran, duele que te rechacen o que te fallen una y otra vez, duelen los recuerdos de tiempos felices y sobre todo duele perder alguien al que quieres. Pero a veces nos arriesgamos por el amor y no sale como tu esperas, pero tranquilo todo llegará tarde o temprano. Y te gustará. A quién no le gusta levantarse cada mañana con una sonrisa en la cara, a quién no le gusta sentirse querido, a quién no le gusta ser feliz. A todos nos gusta eso.


El amor no está definido


El amor no es una fecha, no es un 14 de febrero, el amor no son dos nombre escritos en un folio, no es poner un te quiero, dar un beso, el amor es algo mas, es levantarte cada mañana y querer tenerlo a tu lado, es decir, un te quiero cuando sus tonterías te saquen esa sonrisa, es darle un abrazo y sentir que el mundo se detiene, es darle un beso a cada minuto y no cansarte, es sentir que la otra persona es todo, demostrarle día a día que es él el único que puede sacarte una sonrisa aún estando cabreada... Dicen que amar duele, pero si duele es porque alguna vez nos hizo muy felices.



jueves, 15 de marzo de 2012

"Donde habite el olvido", Luis Cernuda


Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.


lunes, 12 de marzo de 2012

domingo, 11 de marzo de 2012

¿Cara o cruz?

-Qué me dices, ¿cara o cruz? Cara me quedo, y cruz, me voy.
-¿De verdad lo preguntas? Cara.
Cogió la moneda y con un hábil movimiento de dedos la lanzó hasta el punto en el que la perdí de vista. El destino había iniciado la partida, todo mi mundo cambiaría en un momento, todo lo que habíamos vivido, todo lo que había soñado y que pensaba que con él sucedería se estremecía en un abismo a una velocidad muchísimo más veloz del ritmo al que surge el sol entre las montañas. Sabía que era él, mi alma gemela. Que si le perdía, no me lo podría perdonar, y de todas formas ahí seguía yo, con la mirada perdida buscando una moneda en el aire que llevaba mi destino escrito en una de sus caras.
De repente un tintineó me devolvió a la realidad y bajé la vista al suelo, allí estaba la decisión de mi sino, flexioné las rodillas, cogí la moneda y alcé la cabeza, allí estaba él con su sonrisa reluciente, la cual era capaz de vencer a viento y marea, con la que tantas veces había pasado buenos momentos, animándome a alzar esa moneda, a que fuera valiente. Mis ojos se dirigieron hacia la moneda que se encontraba en el centro de la palma de mi mano, una lágrima empezó a deslizarse por mi mejilla. Cruz.
-¡No puedes pretender elegir si te quedas o te vas con una simple apuesta a cara o cruz! -dije sollozando- ¡No es justo!
Cerré el puño con fuerza, los bordes de la moneda se marcaron en mi mano, como queriendo hacerme saber que seguía allí. Él asintió, acercó su mano a mi mejilla y con un dedo apartó aquella lágrima olvidada de mi rostro, alzó mi barbilla y me sonrió, fue entonces él quien me abrió mi puño, miró la moneda, y le dio la vuelta. Cara.
-Nunca me hizo falta echarlo a suertes para saber dónde quiero estar, que es contigo amor.
Le abracé y sonreí como nunca con la certeza de que esta vez el destino no había obtenido su aclamada recompensa y de que el amor, no siempre, pero a veces, triunfa sobre cualquier obstáculo.

sábado, 10 de marzo de 2012

Amar a corazón abierto cuando no es correspondido, duele

He amaestrado la soledad. He caminado por ciudades de todo el mundo en busca del aire que respirabas. Dicen que los pensamientos de dos personas que se aman siempre terminan por encontrarse, así que me preguntaba a menudo antes de dormirme por las noches si tú también pensabas en mí cuando yo pensaba en ti; recorrí las calles soñando con verte y temiendo a la vez que ese encuentro se produjera. Cien veces creí reconocerte, y era como si mi corazón dejara de latir cuando la silueta de una mujer me recordaba a ti. Me juré no volver nunca a amar así, es una locura, un abandono de sí mismo imposible. El tiempo ha pasado, también el nuestro, ¿no crees?

martes, 6 de marzo de 2012

¿Lo sabes?

Qué más da, dicen que el amor dura siete años. Vamos, sé sincera y contéstame. ¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin límites, sin dudas ni temores, sabiendo que esa persona a la que quieres más  que a nada en el mundo olvidará casi todo lo que habréis vivido juntos? ¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borraran de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenara un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla? ¿Tendrías ganas todas las mañanas, de prepararle el desayuno, de velar por distraerla todo el día, divertirla, leerle cuentos cuando se aburra, cantarle canciones, salir porque necesitará que le dé el aire, incluso cuando hace un frío helador? Y, al llegar la noche, ¿ignorarás el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti? Si tu respuesta a cada una de esas preguntas es sí, entonces perdóname por haberte juzgado mal, sabes de verdad lo que es amar.

Échale la culpa al destino

-Ah, el humor, qué maravillosa manera de lidiar con la realidad cuando ésta te golpea en plena cara; no sé quién dijo eso, pero qué razón tenia. Vuelvo a hacerte la misma pregunta, ¿has tomado una decisión?
-No hay ninguna decisión que tomar, ya es demasiado tarde. ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Deberías alegrarte, ¿no?
-Demasiado tarde es un concepto que sólo se aplica a las cosas que ya son definitivas. Es demasiado tarde para decirle a tu madre todo lo que hubiera querido que supiera antes de dejarme y que tanto me hubiera gustado que me escribiera antes de perder la razón. En lo que a nosotros dos respecta, a ti y a mí, siento mucho llevarte la contraria, pero no, no es demasiado tarde. Y si recordaras, aunque sólo fuera un poco, tu reacción cuando viste ese dibujo ayer, lo que nos ha traído aquí hoy, entonces no te protegerías detrás del pretexto  de que es demasiado tarde. Búscate otra excusa. 
-¿Qué es lo que quieres exactamente?
-No, déjalo, de verdad, no merece la pena. Es tanto más fácil seguir lamentándose, lloriqueando sobre todo lo que podría haber sido y no fue. Ya estoy oyendo todo el blablablá típico en estos casos, "el destino lo quiso de otra manera, qué le vamos a hacer". Después de todo, vivir en un drama es una manera de existir como otra cualquiera. ¿No crees?

Con pocas palabras basta

Te amé tal y como eras, y jamás querría que fueras de otra manera, te amé sin comprenderlo todo de ti, convencida de que el tiempo me daría la manera de hacerlo; quizá en medio de todo ese amor olvidara a veces preguntarte si me amabas hasta el punto de abrazar todo lo que nos separa. Quizá también nunca te dejabas tiempo de hacerte esta pregunta, como tampoco te lo dejabas a ti mismo. Pero, a nuestro pesar ese tiempo ha llegado.