lunes, 10 de octubre de 2011

Uno de mil instantes

Respirar, y inhalar tu aroma, ese que me gusta tanto. Notar el calor de tu cuerpo y tus brazos estrechándome contra ti. Escuchar el latido de tu corazón y ningún otro sonido más maravilloso que ese. Y quedarnos inmóviles dos, tres, cuatro minutos, mezclando nuestras esencias hasta que tan solo quede una. Que el tiempo se detenga y que no haya nada más importante que él y yo y ese instante. Tan solo abrazándonos sin importarnos nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario