martes, 16 de septiembre de 2014

Fin

Capítulo cerrado.
Todo volvió a su cauce, cada segundo borró la ilusión de un sueño vivido. ¿Fue real?
Una historia que tuvo un bonito comienzo y un terrible final.
Hay veces que el amor no está para hacernos felices si no para demostrarnos cuan fuerte es nuestra capacidad de soportar el dolor.
Y es posible que cupido me tenga rencor, pero la verdad es que la que sufre ya no soy yo.
Muchas madrugadas me sirvieron de consuelo -y más- todos aquellos besos en el cuello.
Mas defiendo que no hay mal que por bien no venga y que quien quiere estar en mi vida lo demuestra.
Así que dulce despedida, este es nuestro último capítulo, espero que al menos te hayas divertido.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Hace tiempo que no te digo buenos días y buenas noches, y, ¿sabes? Estoy bien.

Ayer. Te quise.
Dolor, intenso, insoportable, duro, inmesurable.
Noches en vela, con la nostalgia y la soledad como únicas compañeras.
Lágrimas recorriendo mis mejillas como jinetes de carreras.
Y silencio, demasiado silencio.
Hoy. Te superé.
Ya no me dueles.
He paseado por las calles de Madrid y tu fantasma ya no me persigue.
Todo quedó borrado a cada paso que yo daba.
Ni Debod ayer nos contemplaba. Y lo mejor es que así es como debe ser.
Y me siento bien.
Mañana. Te olvidaré.
Todo va bien.
¿Ves mi sonrisa? No es gracias a ti.
Mil gracias por haberte ido, me di cuenta de que eras tú el que complicaba aún más mi camino.

Dando y perdiendo

Tengo tantas cosas que decir que ya me ahogo,
aunque he salido de la oscuridad y casi no compongo,
pero ansío,
ansío tu querer y desespero,
y he esperado tantos tiempos de tus labios un te quiero que,
ya no me creo nada de tu círculo,
tu vínculo ridículo,
digamos que fue el tiempo quien estipulo,
soy el discípulo,
de artículos, palabras y hemorragia
llámalo alma, poesía o magia.
Me doy a las letras y al sentimiento,
básicamente escribo este dolor que llevo dentro,
mi rap es sufrimiento, amor y lamento,
y vacile porque vivo en continuo movimiento.
Intento, enterrar mis fobias y alegrar mis días
salir de mis infiernos resucitar alegrías,
volver a darle vida y sentido a todo esto.
Morir en tu recuerdo,
revivir entre mis textos.
Y volar,
y poder bailar un vals con las palabras,
llorar por tantos miles de millones de miserias,
y estar agradecido por vivir entre papeles,
recuperar mi fuerza y no dormirme en los laureles.
¿Me quieres?
Yo suelo querer más de lo que debo,
yo bebo de la fuente del amor mientras me elevo,
meditando,
aunque ahora de vez en cuando,
esta puta ciudad me está matando más,
ya salí del fango, ando, dando y perdiendo.
Viendo lo que pasa y viviendo,
(así voy creciendo, escribiendo, sintiendo,
la calma en mi alma sigue lloviendo)
y ando, ando dando y perdiendo,
viendo lo que ocurre, entendiendo.
Ya no tengo nada que perder menos el tiempo,
lo único que nunca me abandona es el tormento,
lento,
camino hacia ninguna parte,
intentando recordar cómo olvidarte,
y hambriento del amor y sediento de aprendizaje,
todavía sé volar mas le temo al aterrizaje.
Esperando que todo encaje de una vez por todas,
que tu amor es como el mar y tus besos como las olas.
Yo, camino a solas, sin tiempo, amante de las horas,
de las partes más hondas del sentimiento,
de las bodas de sangre, cuya sangre es la más pura,
del amor al arte, y sobretodo a la escritura.
Tengo tantas cosas que decir que ya me ahogo,
parece ser que acumulé el dolor como un tesoro,
pero, ya me di cuenta de que el odio a nada lleva,
y que todo llega,
y que yo soy un pirata en tu vereda.
Vengo de la escuela de los versos a capela,
allá donde la tristeza nos consuela.
Cuando el silencio me desvela
o cuando pierdo otro trocito de mi corazón en guerra.
Sólo me calma vivir entre papeles,
cuando apenas tengo sitio en el reino de lo infieles.