jueves, 18 de diciembre de 2014

Sueño

¿Sabes por qué te quiero? Porque aunque en algún momento hayas sido tú el que me ha hundido, también has sido el que me ha sacado a flote. Porque por muchos obstáculos que haya, vienes a por mí. Me rescatas de la melancolía y de la tristeza.Te quiero porque cuando te digo ¨ Déjame, quiero estar sola ¨, me ignoras y te quedas a mi lado. Porque cuando descargo mi rabia contigo, no me dices nada, simplemente, me abrazas.Te quiero porque aunque el mundo se estuviera derrumbando en este mismo instante, tu dirías: ¨No te preocupes, todo irá bien ¨. Y por muy increíble que parezca, te creería, lo sé.Te quiero, porque eres el paracaídas que frena mi caída cuando me lanzo al vacío. Ahora ya sabes por que me encantas. No podría cambiar todo esto. No podría cambiar por nada tu sonrisa. El amor que siento por ti, llega a tal punto, que prefiero vivir un día contigo, que una vida entera sin ti. Porque... ¿Sabes? Puede que haya cometido muchos errores a lo largo de mi vida, pero si hay algo que volvería hacer repetidas veces, sería tropezarme contigo.

¿Y ahora qué?

No temes querer, temes que no te quieran. Temes el hecho de amar a alguien y que ese alguien no sienta ese sentimiento con tanta fuerza a como lo sientes tú, temes enamorarte porque sabes que después no hay marcha atrás, temes que ese amor se marche de tu lado, que lo poco que tenías de él acabe en nada por intentar siempre conseguir algo más, tienes miedo a que te hagan daño, y no me lo puedes negar... Sé que tienes miedo a tomar la decisión incorrecta, de equivocarte y que después no se pueda solucionar, pero deja que te diga una cosa... Nada de esto depende de ti. Tú puedes mentirte, puedes taparte los oídos a lo que la gente te grita, puedes cerrar las ojos al mirarlo, e incluso puedes estar con otras personas sabiendo que no podrán ser tan importantes para ti a como lo podría ser él, pero tú no decides, tú no puedes equivocarte porque no escoges nada, tú no decides de quien te enamoras, si fuera así yo misma habría decidido hacerlo de aquella persona que tanto me quiere y tan dispuesta está a cuidar de mí, pero solemos tender a complicarnos la vida, a sufrir por amar a alguien y machacarnos por ello cuando lo cierto es que nosotros no hemos hecho nada. Tú no decidirás dejar de amarle, tú no serás capaz de hacer oídos sordos todo el tiempo, pero tú sí que puedes ser el culpable de perderle por tu miedo a quererle.

lunes, 1 de diciembre de 2014

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Cuenta la leyenda que el tiempo lo cura todo. Que llegará un día en el que él no sea el primer pensamiento al despertar. Que llegará un día en que la herida se cerrará. No sé si creerlo. Desde que nos separamos he andado perdida, sin un rumbo fijo, creyendo que tenía un destino pero sin dejar de dar vueltas. Y es que para qué mentir si son tus ojos los que busco entre la multitud. Para qué negar que desde que me dejaste nada ha vuelto a ser igual. Y llueve, y hace frío. Tanto que no sé cómo enfrentarme a ello. Acostumbrada al sol y al amor, a creer que no había nada igual a cuando estábamos solos tú y yo. Supongo que algún día este vacío se llenará. Sólo espero que pronto, el cielo y yo, dejemos de llover. Que deje de verte en cada amanecer, en cada entrada de cine, en cada hoja de ese parque caprichoso, en la espuma de mar, en el horizonte al ver un barco zarpar. Eso espero. Cuando deje de llover o de doler.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Triste canción de amor

Tan valiente y tan cobarde mi canción,
que siempre llega tarde para pedirte perdón.
Con esta pobre y vana pretensión
de pagarte con palabras las deudas del corazón.
¿Oíste?
Te vengo a devolver lo que me diste,
todo lo que hiciste por este corazón gris que, viste
te quiere regalar un verso triste
una canción de amor para el amor que ya no existe.
Mejor dejémoslo en empate,
el amor se fue y ninguno pagó su rescate.
¿Lo malo?
Lo malo es la nostalgia y su debate
el corazón ya va mejor sólo me duele cuando late.
¿Y ahora?
Todo lo que tengo es un papel,
y el eco de tus besos resonándome en mi piel.
Ya perdí mi primavera si el orgullo,
por buscar en otros ojos la luz que tienen los tuyos.
Culpable de mis pecados lo confieso,
¿qué le voy a hacer?
Siempre me vendo por un beso.
Tantas palabras,
y crueles cicatrices,
y al final lo que más duele es el te quiero que no dices.
Te recuerdo despacito y sin ayuda,
con el frío de tu cuerpo cuando suda,
siempre nos quedará una luna muda,
y el frío escalofrío de los versos de Neruda.
Ante tus ojos de jazmín deja que brinde,
por el amor y su botín cuando al fin se rinde.
Créeme cuando te digo 
que quiero que seas feliz
aunque no sea conmigo.

Repost: En un mundo de grises

El otro día una chica me recordó a ti. También llevaba medias rotas, una falda corta, un jersey de esos que parecen cosidos a mano. También tenía la sonrisa curiosa. Se tapaba la boca si reía y yo, que me quedaba mirándola fijamente, pensaba en aquellas personas que iban a perderse aquel instante. Sus ojos eran verdes, pequeños, parecían, más que la ventana a cualquier sitio, un secreto callado a voces. Debía llamarse Eva, porque después de ella, jurarías no haber conocido a ninguna mujer antes. Quise tocarla, alargar mi mano hasta su boca, deslizar mis dedos por sus labios, repasar la silueta de su cuerpo, saber si era uno de esos sueños que se cumplen. Me recordaba a ti en todo, excepto que ella no me dolía como tú te fuiste. He odiado la soledad como si fuese el único hijo que tuvimos de aquel matrimonio que se nos hizo pedazos. ¿Puedes entenderlo?, que ahora todo es más difícil. Ya no creo tanto porque creer es arriesgarse a crear dioses que terminen rezándoles a otros. Tú le rezabas a un tal Eduardo, que tenía los pómulos de un modelo de ropa interior y, decías, cuando te hablaba te daban ganas de bailar aquella música. No puedo competir como si el amor fuese el deporte más cruel del mundo. Aprendimos tarde que cuando dos juegan con los sentimientos, al final uno de ellos acaba con el corazón por los suelos. Y en ese caso perder es perderse por completo. Y luego lo bonito ya no lo es tanto, y la poesía sale a trompicones, y si besas lo haces con esa urgencia que da miedo. No sé cuál es el siguiente capítulo. A veces leo esta historia como asomándome a un precipicio al que, por tristes circunstancias, le puse tu nombre.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Cuando deje de llover

Otro día más. Llueve. Y mi alma hace tiempo que dejó de resplandecer. Bajo el manto de la tristeza mi corazón se escondió preguntándose cuándo te marchaste y dejaste de quererle.
Y mientras llueve, un paraguas cubre mis ojos, que cansados de llorar no lo logran soportar y se humedecen una vez más.
El viento sopla, y con él se van nuestras memorias. Todo cuanto conocía aquí, escuece, y esta lluvia parece alcohol que ayuda a que la herida aumente.
El corazón no sé si late. Hace tiempo que lo dejé de escuchar, de por él dejarme guiar. Y es que cuando está roto en mil pedazos, ¿qué más puedes esperar?
Y no lo negaré, es cierto, aún te echo de menos, me cuesta admitirlo pero es la verdad, tu amor no resulta fácil de olvidar.

jueves, 2 de octubre de 2014

Impídele a cupido que te lance una de sus flechas

Desde que conozco tu mirada le temo a pestañear
por si alguna vez me dejas de mirar. 
En el recuerdo te observo sin prisa, sin aliento. 
Mas amor, ¿te diré algún día lo que pienso?
Cada día voy en busca de tu sonrisa,
aquella que nos olvidamos en esa esquina.
Y aunque a veces cuando te miro le echo de menos,
no es él, si no tú, el que de noche me visita en mis sueños.



martes, 16 de septiembre de 2014

Fin

Capítulo cerrado.
Todo volvió a su cauce, cada segundo borró la ilusión de un sueño vivido. ¿Fue real?
Una historia que tuvo un bonito comienzo y un terrible final.
Hay veces que el amor no está para hacernos felices si no para demostrarnos cuan fuerte es nuestra capacidad de soportar el dolor.
Y es posible que cupido me tenga rencor, pero la verdad es que la que sufre ya no soy yo.
Muchas madrugadas me sirvieron de consuelo -y más- todos aquellos besos en el cuello.
Mas defiendo que no hay mal que por bien no venga y que quien quiere estar en mi vida lo demuestra.
Así que dulce despedida, este es nuestro último capítulo, espero que al menos te hayas divertido.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Hace tiempo que no te digo buenos días y buenas noches, y, ¿sabes? Estoy bien.

Ayer. Te quise.
Dolor, intenso, insoportable, duro, inmesurable.
Noches en vela, con la nostalgia y la soledad como únicas compañeras.
Lágrimas recorriendo mis mejillas como jinetes de carreras.
Y silencio, demasiado silencio.
Hoy. Te superé.
Ya no me dueles.
He paseado por las calles de Madrid y tu fantasma ya no me persigue.
Todo quedó borrado a cada paso que yo daba.
Ni Debod ayer nos contemplaba. Y lo mejor es que así es como debe ser.
Y me siento bien.
Mañana. Te olvidaré.
Todo va bien.
¿Ves mi sonrisa? No es gracias a ti.
Mil gracias por haberte ido, me di cuenta de que eras tú el que complicaba aún más mi camino.

Dando y perdiendo

Tengo tantas cosas que decir que ya me ahogo,
aunque he salido de la oscuridad y casi no compongo,
pero ansío,
ansío tu querer y desespero,
y he esperado tantos tiempos de tus labios un te quiero que,
ya no me creo nada de tu círculo,
tu vínculo ridículo,
digamos que fue el tiempo quien estipulo,
soy el discípulo,
de artículos, palabras y hemorragia
llámalo alma, poesía o magia.
Me doy a las letras y al sentimiento,
básicamente escribo este dolor que llevo dentro,
mi rap es sufrimiento, amor y lamento,
y vacile porque vivo en continuo movimiento.
Intento, enterrar mis fobias y alegrar mis días
salir de mis infiernos resucitar alegrías,
volver a darle vida y sentido a todo esto.
Morir en tu recuerdo,
revivir entre mis textos.
Y volar,
y poder bailar un vals con las palabras,
llorar por tantos miles de millones de miserias,
y estar agradecido por vivir entre papeles,
recuperar mi fuerza y no dormirme en los laureles.
¿Me quieres?
Yo suelo querer más de lo que debo,
yo bebo de la fuente del amor mientras me elevo,
meditando,
aunque ahora de vez en cuando,
esta puta ciudad me está matando más,
ya salí del fango, ando, dando y perdiendo.
Viendo lo que pasa y viviendo,
(así voy creciendo, escribiendo, sintiendo,
la calma en mi alma sigue lloviendo)
y ando, ando dando y perdiendo,
viendo lo que ocurre, entendiendo.
Ya no tengo nada que perder menos el tiempo,
lo único que nunca me abandona es el tormento,
lento,
camino hacia ninguna parte,
intentando recordar cómo olvidarte,
y hambriento del amor y sediento de aprendizaje,
todavía sé volar mas le temo al aterrizaje.
Esperando que todo encaje de una vez por todas,
que tu amor es como el mar y tus besos como las olas.
Yo, camino a solas, sin tiempo, amante de las horas,
de las partes más hondas del sentimiento,
de las bodas de sangre, cuya sangre es la más pura,
del amor al arte, y sobretodo a la escritura.
Tengo tantas cosas que decir que ya me ahogo,
parece ser que acumulé el dolor como un tesoro,
pero, ya me di cuenta de que el odio a nada lleva,
y que todo llega,
y que yo soy un pirata en tu vereda.
Vengo de la escuela de los versos a capela,
allá donde la tristeza nos consuela.
Cuando el silencio me desvela
o cuando pierdo otro trocito de mi corazón en guerra.
Sólo me calma vivir entre papeles,
cuando apenas tengo sitio en el reino de lo infieles.



lunes, 14 de julio de 2014

Descripción de un amor

Fue un amor brutal,
un temporal que dejaba las banderas arrancadas,
los arboles caídos sobre los coches,
las líneas sin servicio.
A veces fue hermoso como es hermoso mirar un huracán,
y fue un huracán por eso,
pero sobre todo,
por sus consecuencias.
La población de aquel país
tardó varios años en volver a la normalidad.
Lo curioso es que en ese país yo era el único habitante.
Ella era el viento, los pulmones brutales de la duda,
de mi invierno.


Déjalo libre. Si vuelve a ti, siempre fue tuyo y si no, nunca lo fue

Luego duermes y yo pienso
que tal vez sólo sea posible el amor
cuando no lo retienes como a un preso
porque siempre querrá escapar.
Quizá deberíamos aceptar la posibilidad
de la caducidad del paraíso,
tolerar la intermitencia de la felicidad,
no meternos más en la boca la palabra porvenir
y agradecer que estés aquí 
ahora.

miércoles, 9 de julio de 2014

You're the one that I love, and I'm saying goodbye.


Las cosas que no nos dijimos

Te amé tal y como eras, y jamás querría que fueras de otra manera, te amé sin comprenderlo todo de ti, convencida de que el tiempo me daría la manera de hacerlo; quizá en medio de todo ese amor olvidara a veces preguntarte si me amabas hasta el punto de abrazar todo lo que nos separa. 

Olvida al intelecto y escucha al corazón

El amor es pasión. Obsesión. No poder vivir sin alguien. ¡Pierde la cabeza! Encuentra a alguien a quien amar como loca y que te ame de igual manera. ¿Cómo encontrarlo? Pues... olvida al intelecto y escucha al corazón. Porque lo cierto es que vivir sin eso no tiene sentido alguno. Llegar a viejo sin haberse enamorado de verdad... En fin, es como no haber vivido. Tienes que intentarlo, porque si no lo intentas, no habrás vivido.

sábado, 5 de julio de 2014

Supongo que hay infinitos mayores que otros.

Y justo cuando crees que las piezas empiezan a encajar, que todo empieza a cobrar forma, el suelo empieza a resquebrajarse. A dejar grietas por paredes y techos. Dejando visible la estructura que con mucho tiempo y esfuerzo nos costó recubrir hasta formar una coraza de piel y huesos que me protegía de cualquier dolor. Creí que me había forjado sobre pilares imbatibles, indestructibles tras muchas batallas realizadas. Pero allí estaba yo de nuevo, rota, en medio del salón  rodeada de cristales y de puertas cerradas que nunca más volverían a ser abiertas ni dejarían entrar a quien destruyó mi hogar de esa manera. Arrasándolo todo a su paso sin tener en cuenta todo aquello que habíamos construido juntos. Borró cada rincón, cada ápice de esperanza que en mi corazón guardaba cual tesoro. Y tras su marcha me dejó, sola (y rota) con mil recuerdos que por mucho que suplicara, no se marchaban.