jueves, 12 de enero de 2012

No sé qué sería de mi vida sin ti

¿Será esto un adiós? ¿Un desvío del camino? Se me hace extraño pensar en no tenerte junto a mí. En andar sola aunque sea quizás solo una temporada. Pero, me acostumbré a ti. A tu manera de caminar, a la forma en la que sonríes y que aún estando de espaldas se te nota. A tu barba de tres días, a tu pelo. A tus manos, a tu espalda. A tus gestos, a tu boca. A tu manera de quitarle importancia a las cosas. Tus ánimos, tus abrazos. Pero sobretodo sé que si no te tuviera habría una cosa que echaría de menos por encima de todo. Tus ojos. Esa mirada que me hipnotiza, que penetra hasta lo más hondo de mi ser. Esos dos ojos que me cortan la respiración y me aceleran el corazón. Que me intimidan y me inspiran. Que me sorprenden. Y duele perderte porque hay veces en las que no necesito nada más, tan solo a ti y a tu mirar. Porque eres tú el único que hace que se me ilumine la mirada, el único que me hace sonreír cuando más lo necesito, aunque esté en el día más sombrío. Si te vas alma gemela, te echaré de menos. Supongo que esto es lo que quería el destino, que tú nunca fueras mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario