Y lo peor es cuando te das cuenta de que todas las canciones te recuerdan a él, todas y cada una son de amor, ninguna se salva. Te tumbas en la cama, cierras los ojos y escuchas. Respiras hondo. Sientes que tú y él sois protagonistas de esa canción que tanto os gustaba a los dos, y sueñas. Vuelas alto. Muy, muy alto, a veces llegas a estar tan arriba que empiezas a sonreír sin motivo, a reírte. Y eres feliz, tan feliz que duele. Pero como una vez me dijeron "cuanto más alto vueles, más dolorosa será la caída" y caes. Caes al vacío, y te das cuenta de que aquel que era el único que te podría haber levantado, y ya no está.
Lo peor es cuando los días parecen semanas, las semanas meses, y los meses años, y aún no puedes olvidarlo, se siente como un cuchillo afilado clavado en el pecho, sabes que se ha ido y que probable, muy probablemente no regrese, pero te niegas a creerlo. No quieres volver a volar si no es con él, y te preguntan: ¿de qué te sirve tener alas si no las usas?, y respondes: éstas alas fueron hechas sólo para volar con él, nadie más ha podido hacerlas revolotear y alzarmetan tan alto como él lo hace.
ResponderEliminarTe dicen que lo olvides, que es parte del pasado, pero en realidad no lo es, porque aún piensas en él, aún sueñas con él, aún escribes sobre él, y aunque tus notas, canciones y poemas se limitan a tratarse sobre él, él y solo él, no te pueses cansar de pensar en esos ojos brillantes que tanto te encantan, y te maldices por ser tan estúpida e ingenua, porque en el fondo sabes que se ha ido y que nunca volverá.
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