martes, 15 de noviembre de 2011

Y a veces, las palabras, sobran.

Entonces es cuando me doy cuenta de que no quiero una vida en la que tú no estés. Si no que te quiero a ti, a mi lado cada día, porque te necesito, porque se hace insoportable el tiempo que no te puedo ver. Porque no sé si te habrás dado cuenta, pero cuando estamos juntos, el tiempo se detiene; las sonrisas; las miradas, aquellas, que pretenden decir mil cosas pero que se quedan tan solo en eso, miradas.  Porque yo no puedo estar sin ti. Cuando me estrechas entre tus brazos con esa ternura infinita no hay otra cosa que me importe. Y es que daría lo que fuera por no  separarme nunca de ti, porque cuando me siento derrotada, tú me haces más fuerte. Cuando te tengo delante, te juro que puedo volar. Y cuando nos besamos te prometo que puedo alcanzar el cielo. Y aunque sé que es algo improbable, nunca había soñado algo con tanta fuerza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario